El Nation's Report Card confirmó que los puntajes de los estudiantes de último año en matemáticas tocaron un mínimo histórico. Casi el 45% quedó por debajo del nivel básico, el peor dato desde que existe la prueba. La caída comenzó antes de la pandemia, pero la crisis sanitaria aceleró un retroceso que ya lleva más de una década. Lo alarmante no es solo la cifra, sino la inercia: cada año parece normalizarse un fracaso más profundo.

La lectura tampoco salió mejor parada. Casi un tercio de los estudiantes de 12º grado está por debajo del estándar básico, lo que marca otro récord negativo. Los alumnos con peor desempeño hoy se ubican 25 puntos por debajo de sus pares de 1992. A esto se suma el retroceso en ciencias de octavo grado, lo cual borra los avances logrados en una década. La tendencia dibuja un panorama en el que las brechas crecen y los estándares mínimos se diluyen.

La secretaria de Educación, Linda McMahon, habló de “tendencia devastadora” y hasta de “emergencia nacional”. El detalle incómodo es que EEUU ha gastado $3 billones desde la creación del Departamento de Educación, con poco que mostrar en resultados. Trump y su equipo insisten en dar más control a los estados, mientras también buscan recortes federales. Pero el verdadero reto no es gastar o recortar más, sino decidir cómo invertir para que el aprendizaje realmente llegue al aula.

El tribunal decidió que los electores falsos de Michigan no eran criminales, solo confundidos. Intentaron certificar a Trump como presidente, pero como su “documento” parecía sacado de Paint y no tenía sello ni firma real, quedó en cosplay democrático. Moraleja: ser malo no siempre es delito, si eres malo malo malísimo.

Decarlos Brown, con amplio historial delictivo, fue acusado federalmente por el asesinato de la refugiada ucraniana Iryna Zarutska en un tren de Charlotte. La fiscalía pedirá la pena máxima en el proceso. El caso ha generado debate nacional, con Trump y aliados señalando a las ciudades demócratas como inseguras. Una gota más al vaso.

Tras la caída de François Bayrou por un voto de confianza, Macron designó al ministro de Defensa, Sébastien Lecornu, como nuevo Primer Ministro. Con 39 años y lealtad al presidente, deberá negociar un presupuesto y estabilizar la política francesa en medio de protestas sociales y tensiones parlamentarias. Traducción: cambio de nombre en la puerta, mismo menú en la cocina. Bon appétit.

Redactor: Leoner Hernández | Editor jefe: Marcos Marín